UN POCO SOBRE MÍ…

¡Muy buenas! Mi nombre es Javier Saiz y soy un fotógrafo castellanomanchego especializado en retratar paisajes. Nací en 1984 en Casas de Haro, un pueblecillo de la provincia de Cuenca, y desde siempre me ha encantado estar cerca de la naturaleza…supongo que crecer en un pueblo y jugar rodeado de campo ha tenido algo que ver.

Tengo que decir que mi formación académica nada tiene que ver con la fotografía, pues soy ingeniero químico especialista en procesos y siempre he estado ligado al sector I+D. Pero, por devenires de la vida, en 2018, una cámara de fotos acabó en mis manos, y eso supuso para mí una verdadera transformación.

Comencé a estudiar fotografía de forma autodidacta y a realizar cursos online de varios maestros de la fotografía de paisaje a nivel nacional e internacional. También empecé a poner en práctica todos esos conocimientos realizando rutas por numerosos rincones de mi región. Afortunadamente Castilla-La Mancha cuenta con numerosos entornos diferentes donde poder realizar fotografía: montañas, riberas, sierras, vastas llanuras y cielos bastante libres de contaminación lumínica.

Mi curiosidad por la fotografía llegó hasta tal punto, que empezaron a solicitarme pequeños trabajos, reportajes, etc. Tras mucho pensarlo , y como resultado de mi naturaleza curiosa, sentí la necesidad de explorar y ver hasta dónde podía llegar en el mundo de la fotografía. Y así fue como dejé atrás las oficinas, los planos y los cálculos de diseño para tratar de ganarme la vida con una cámara en la mano.

Además de la fotografía de paisaje, y para contar con otras formas de financiar mi proyecto fotográfico, también realizo trabajos comerciales de fotografía y vídeo para eventos y festivales. Incluso he realizado algún trabajo como cámara de apoyo en el sector bodas. Por otro lado también realizo videoflyers y materiales audiovisuales publicitarios para redes sociales. Y esto se debe a que al principio, es complicado vivir exclusivamente de la fotografía de paisaje, y se hace casi necesario diversificar los trabajos.

Poder dedicarme a algo que me apasiona, y lograr un estilo de vida más flexible, sin duda ha hecho que pueda contemplar la vida con otros ojos, y a sentirla de una forma más auténtica y personal. Ser tu propio jefe es algo apasionante y estresante a partes iguales, y olvídate de las jornadas laborales de 8 horas, pero para mí, vale la pena. Espero poder decir lo mismo dentro de unos años, y que mientras tanto, puedas acompañarme en esta aventura fotográfica.

Saludos y mil gracias por leer estas líneas.